Así como cada persona es única cada microbiota es única, pero lo que si hay que tener en cuenta son los mismos factores que afectan a la calidad de nuestras bacterias intestinales, como es el estrés, la mala alimentación, hábitos poco sanos, toma de antibióticos u otros fármacos…
¿Qué pasa si mi flora intestinal no está en equilibrio?
Puede verse afectado el aparato digestivo especialmente en la producción de gases e hinchazón abdominal,, también puede verse afectado el sistema inmunológico siendo más sensible a virus y bacterias (esto se ve claramente en las cistitis de repetición), el estado de ánimo también puede verse perjudicado ya que gran cantidad de serotonina(la hormona de la felicidad) se fabrica en el intestino y pueden darse intolerancias alimentarias con el perjuicio que esto implica para nuestra salud.
¿Qué puedo hacer para recuperar mi salud intestinal?
En primer lugar, aprender a gestionar el estrés ya que nuestras bacterias son muy sensibles a este
revisar nuestra alimentación y eliminar comida procesada (incluso los yogures de sabores lo son) OJO CON ESTO, añadir a nuestra alimentación alimentos prebióticos.
¿Qué es esto de alimentos prebióticos?
Son alimentos que modulan a positivo nuestra flora intestinal, consisten en sustancias no digeribles que sirven de alimento a nuestro microbiota, con el objetivo de estimular el crecimiento favorable de nuestras propias bacterias autóctonas, es decir en vez de añadir bacterias externas, alimentamos las que tenemos, entre ellos se encuentran;
El almidón resistente,; este es un almidón que se resiste a la digestión, viaja por nuestro intestino relativamente intacto hasta llegar al colon, donde alimentara nuestras bacterias intestinales, para obtener este tipo de almidón hay que cocinar el alimento que lo contiene y después dejarlo enfriar en la nevera, posteriormente se puede recalentar pero no a altas temperaturas, de este modo se generara este tipo de almidón tan beneficioso para nosotros, encontramos que alimentos como el arroz, el plátano macho, la patata, la fécula de patata, la yuca, el boniato, el kuzu son ricos en almidón.
Otros alimentos más conocidos, pero no por ello menos importantes que convendría añadir a nuestra alimentación son; el salvado de avena y las pectinas presentes en frutas y hortalizas como la zanahoria, el kiwi, la uva, el plátano, manzana piña, limón…
ALIMENTA A TUS BACTERIAS Y ELLAS RESPONDERÁN MEJORANDO TU SALUD.